Mindfulness

La práctica del Mindfulness implica sintonizar las experiencias internas y externas con curiosidad, lo que resulta en un aumento de la autoconciencia, la conciencia social y la confianza en uno mismo. Mindfulness construye resiliencia, dando a los niños habilidades que les ayuden a sobrellevar mejor el estrés, así como a involucrarse más plenamente consigo mismos y con el mundo.

El propósito de la enseñanza de la "atención plena" o Mindfulness a los niños, es darles habilidades para desarrollar la conciencia de sus experiencias internas y externas, para reconocer sus pensamientos como "sólo pensamientos," para entender cómo las emociones se manifiestan en sus cuerpos, para reconocer cuando su atención se ha desviado y proporcionar herramientas para el control de los impulsos.

Esta práctica brinda grandes beneficios para el autoconocimiento y el manejo de las emociones. Cuando los niños se enfocan en una experiencia en el presente, sus mentes tienden a calmarse y se abre un espacio que les permite ver qué está pasando con más claridad. A medida que se vuelven más conscientes, aprenden a usar sus sentidos de mejor manera para entender señales que les permite hacer una pausa y reflexionar antes de actuar o hablar ante situaciones difíciles. Estos talleres están diseñados de una forma interactiva y divertida para los niños por medio de varias actividades, discusiones y una pequeña meditación.

Las sesiones de Mindfulness se enfocan en temas como: la respiración, la conciencia del cuerpo, escuchar con atención, las emociones, valores como la generosidad, bondad, empatía, entre otros.

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